Vuelven
en primavera
donde el campo generoso
honra con los árboles
el paso inmortal
de mis abuelos.
Los cantos de mi padre
cuando borracho de sueños
en el país de mi infancia
me enseñaba la ruta
que siguen las estrellas.
A veces lágrimas
traían las noches de invierno
al enseñarme a descifrar
los cantos de la montaña
a comunicarme con los pájaros
en su idioma infinito
y a entender el mensaje del viento
en remolino sobre el río.
Ahora acuñados sus cantos
a mi vestido digo:
La primera escuela de mi raza
es el fogón
en medio de la ruka
donde arde
la historia de mi pueblo.
Graciela Huinao.
Poesía MAPUCHE.
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