Becho toca el violín en la orquesta,
cara de chiquilín sin maestra
y la orquesta no sirve ,no tiene
mas que un solo violín que le duele.
Porque a Becho le duelen violines
que son como su amor chiquilines
Becho quiere un violín que sea hombre
que al dolor y al amor no los nombre.
Becho tiene un violín que no ama
pero siente que el violín lo llama
Por las noches como arrepentido
vuelve a amar ese triste sonido.
Mariposa marrón de madera,
niño violín que se desespera
Cuando Becho lo toca y se calma
queda el violín sonando en su alma.
Vida y muerte, violín, padre y madre,
canta el violín y Becho es el aire
Ya no puede tocar en la orquesta
porque amar y cantar, eso cuesta.
La historia relata la relación con su amigo Carlos «Becho» Eizmendi, primer violín de la SODRE(la orquesta sinfónica de Uruguay).
Cuentan que Becho alquiló una casona donde se juntaban muchos artistas, entre ellos Zitarrosa, que de tanto escuchar al violinista reiterar infinidad de veces una melodía, resolvió hacerle una letra.
El gobierno cívico-militar del país ,en ese momento, decidió destituir del cargo de Directora, de una escuela ,a la madre de Becho ya que había sido la madre de quien había inspirado a Zitarrosa (artista prohibido) para la realización del tema.
Carlos Julio Eizmendi Lovisetto se inició en la música a los 8 años de edad y a los 17 dio su primer concierto.
Ingresó a la Orquesta Sinfónica y recorrió todo el país. Viajó a dar innumerables conciertos en el exterior. Bohemio y tímido. Sin embargo en todos los bares de la noche de Montevideo aparecía Becho con su violín, atado el estuche con una piola para que no se abriese.
Cuando Zitarrosa escribe ..»Becho tiene un violín que no ama»..se refiere a que el violín que más quería, un TISSA_VIDECH, lo tuvo que vender, porque aún, no podía vivir de su profesión.
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