Este es el ojo del tiempo:
torcido mira
bajo ceja de siete colores.
Su párpado es lavado por fuegos,
su lágrima es vapor.
La ciega estrella vuela hacia él
y se derrite en la pestaña hirviente:
se va entibiando el mundo,
y los muertos
echan brotes y florecen.
Paul Celan.
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