A Santiago Maldonado. In Memoriam
De canto y danza celebratorios al río y a la tierra era la hechura de tu espíritu de Brujo.
Pertenecías a la legión de los guardianes sagrados de la vida del Gran Páramo del Sur,
donde vivían libres los guanacos, los pájaros, la montaña y el último huemul…,
donde los vientos se niegan a los muros de alambres y a ponerle precio a nuestro pobre corazón.
Hermano errante de los días y las noches.
Peregrino de la utopía
caminabas a contraolvido, a contrafuego,
en la antigua y larga marcha de los oprimidos y despreciados de la tierra,
con la solidaridad a cuesta como única carga en tu mochila.
Era hermosa tu rebeldía.
Brujo, como un Nadie y su artesanía intercambiabas:
/amistad por amistad/
/abrazo por abrazo/
/hermandad por hermandad/
/vida por vida/…
Por el odio y contra el odio ancestral bajo este cielo. Este era tu más potente y único conjuro.
Trocabas otras formas de existir.
Alado.
Alado.
Leves tus pasos van por la infinitud del sur,
pisan tierras antiquísimas , arrasadas por el fuego,
donde la flor florece empecinada bajo la lluvia,
donde el río te mece para siempre con su canción de agua.
Niño acuático dulcemente dormido entre sus brazos.
Tus ojos hechizan la tarde.
El Brujo nos interpela
y nos deja sus conjuros tatuados a repuje de sangre y fuego
en esta rosa roja de octubre que florece entre nosotros
a Cien años de aquellos días de la gloriosa Revolución.
Es urgente un nuevo amanecer.
Es urgente un nuevo amanecer.
Prof. Balderrama Alicia
-Salta, 1 de octubre de 2017-
-Salta, 1 de octubre de 2017-
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