MÁXIMO GORKI
1868 – 1936
“El hombre que había ido sacando, uno a uno, a la escena aquellos personajes oscuros, que antes nadie miraba, para ponerlos frente a los ojos de los descansados y los hartos.
Uno a uno los había hecho vivir sobre las páginas de sus novelas,
porque era un escritor, uno de esos hombres que ven lo que otros no ven y descubren lo que se encubre y lo presentan con una conciencia diferente.
Máximo Gorki ha sido como un padre.
Un padre que levanta la voz para mostrar las llagas de sus hijos.
Yo lo he visto. Ya era viejo. Le caían los bigotes, apagándole los labios.
Sobre las tierras de los sin tierra había pasado una revolución triunfante.
Habían ganado los sin fortuna, los sin esperanza,
esos hombres de las novelas de Gorki.
Cuando Máximo Gorki escribía en Rusia,
eran todos los desheredados del mundo
los que tomaba por modelo.”
Memoria de la melancolía
María Teresa León
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