Por esas cosas de mirar mi sombra,
de estudiarme la traza,y con amor
empezar a pensar en mis raíces,
me entran ganas de ser nomás quien soy...
Vale la pena ser como es mi gente:
de casa chica y amplio corazón;
que no se hace problema y sin rezongos
agrega un plato y sirve lo mejor...
La del hermoso oficio de brindarse,
para quien sirve es obligación;
que inventó la gauchada y que se ofende,
si es que amagan pagarle algún favor...
Vale la pena ser corto en palabras,
pero sabio y sencillo en la opinión;
tener como maestro el cuero propio
y leer el libro de la creación...
No se puede olvidar la tierra-Madre,
la cuna, la querencia, la emoción
de saber que no existen las fronteras
pero si el compromiso de ser yo...
No es posible que siendo lo que somos,
tengamos que arrendar el corazón,
empeñar lo más lindo que tenemos
y vivir de prestado y con temor...
Por eso, déjenme ser lo que quiero,
que yo sabré con el favor de Dios:
ser lo que debo ser o no ser nada,
y ser libre o morir en la ocasión...
¡Déjenme, pues, el gusto provinciano
de ofrecer lo que tengo y lo que soy,
y mostrarle al país y a los que quieran:
cuál es y dónde está mi tradición!
Julián Zini.
Julián Zini.
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