Hoy la injusticia se pavonea con paso seguro.
Los opresores se instalan como para diez mil años.
La violencia asegura:- Todo quedará como está.
No suena otra voz que la de la clase dominante
y en los mercados la explotación proclama:- Esto recién comienza.
Por otra parte muchos de los oprimidos ahora dicen:
-Lo que nosotros queremos, nunca será.
Los opresores se instalan como para diez mil años.
La violencia asegura:- Todo quedará como está.
No suena otra voz que la de la clase dominante
y en los mercados la explotación proclama:- Esto recién comienza.
Por otra parte muchos de los oprimidos ahora dicen:
-Lo que nosotros queremos, nunca será.
¡El que aún está vivo, que no diga: “nunca”!
Lo seguro no es seguro.
Nada quedará como está.
Cuando hayan hablado los que dominan
hablarán los dominados
¿Quién se atrever a decir “nunca”?
¿De quién depende que la opresión continúe?
De nosotros.
¿De quién depende que se la aplaste?
También de nosotros.
El que es derribado, ¡que se levante!
El que está perdido, ¡que luche!
¿Cómo han de contener al que ha tomado conciencia de su situación?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y ese “nunca” será: ¡Hoy mismo!
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