“Frente a los sepultureros de emociones
y los traficantes de pastillas,
sostengo la bandera de la tristeza honesta,
de la carcajada impuntual,
del beso en los hospicios,
del abrazo a lo desconocido,
el derecho a perder el equilibrio.
Ante los alguaciles de la producción
y titiriteros del orden,
defiendo el ejercicio del ocio,
la compulsión a los libros,
la siesta sin relojes,
los días llenos de silencio,
la obligación de detenerse.”
Matías De Rioja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario