Bajo una vieja casa
de impecables paredes
tabanco y azogue
la lengua del cielo
como una vieja isla
tartamudeando en su nocturno secreto
Mientras al otro lado del espejo
los jinetes pasan
cabalgando en fuego
van tras la luz en la luz
de un puñado de sueños:
Cuerpos de exilio en el silencio.
André Cruchaga.
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