a esta base crítica la llamo el ideal de la pocilga.
Los ideales que han iluminado mi camino, y una vez tras otra me han dado valor
para enfrentarme a la vida con alegría,
han sido amabilidad, belleza y verdad.
Sin el sentimiento de parentesco con hombres de mente similar,
sin la ocupación con el mundo objetivo,
en lo eternamente inalcanzable en el campo
de los esfuerzos artísticos y científicos,
la vida me hubiese parecido vacía.
Los objetivos banales de los esfuerzos humanos :posesiones, éxito exterior, lujo,
me han parecido siempre deleznables."
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