Primero juntamos fruta
El primer trabajador
Sería un recolector
Que salía de su gruta.
Pero la historia es astuta
Y vive de los de abajo.
No sé qué pasó en el gajo
Ya no come el que cosecha
Y es otro el que se aprovecha
Del fruto de tu trabajo.
Después fuimos cazadores
Y ese bestial sacrificio
Pasaba a ser el oficio
de aquellos trabajadores.
Luego surgen los señores
Que sacrifican plebeyos.
Y sigue cortando cuellos…
El nuevo canibalismo
Propio del capitalismo
que se comen entre ellos.
Se viene una mujer nueva
Otra época se acaba
Antes el macho cazaba
Y ella paría en la cueva.
Y aunque ahora nadie se atreva
A gobernarles las piernas.
Muchas aún son internas
En la casa todo el día
Parece que todavía
Estamos en las cavernas.
Muchos hablan del oficio
Más antiguo de este mundo.
Sometimiento profundo
Para el propio beneficio.
Arrojada al precipicio
Del desclasado, el hambriento.
En cada puta yo siento
Todo el dolor del de abajo;
Que se le llame trabajo
Al burdo sometimiento.
Los poetas, los pintores,
Actrices, malabaristas,
Los payasos, son artistas
Obreros de los colores.
Tejedoras, escultores,
El titiritero, el mago.
O solidario o mal pago
El arte hace un sacrificio.
Y para cierto prejuicio
El que hace arte es un vago.
Antiguamente al esclavo
Le daban cama y comida.
Cuidado como se cuida
Algo propio al fin y al cabo.
Aquel tiempo era tan bravo
Que nadie quiere volver.
Desde el esclavo de ayer
No sé si hubo una mejora.
Si los esclavos de ahora
No tiene para comer.
A un viejo que laburó
Y que se dejó estafar
Para poder laburar
le dicen que no aportó.
Es quién más contribuyó
El que fue precarizado.
Cuando hay un desocupado
Cuando hay explotación
El estado y el patrón
Son los que no han aportado.
El trabajo no es un juego
Pero en lugar de jugar
Condenan a trabajar
A los gurises y luego
ese pequeño labriego
es condenado a un laburo
de adulto mucho más duro
entrado en la adolescencia.
Porque explotan su inocencia
Y esclavizan su futuro.
Wilson Saliwonczyk.
Wilson Saliwonczyk.
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