No hay por qué odiar los tangosni el marni las hormigasno hay por qué abominar de la sonrisadel solde los mandadosde los torpes cuidados de los hombresno hay por qué estar asqueado de los diariosde los informativos de la radiode las concentraciones.O hay por qué.Hay.Si habrá.Sí. Pero.Pero no hay qué.Supongo.
Idea Vilariño.
(De: Pobre mundo)
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