Vivo en la calle porque me abandonaron.
Estoy sucio porque ando debajo de la lluvia
y duermo a la intemperie.
Intento sobrevivir buscando alimento...
Alguna veces encuentro algo para comer ,
alguna caricia pasajera...
otras recibo pedradas....
Tengo las mismas necesidades que tú.
Sufro. No hablo pero tengo sentimientos .
Puedo darte lengüetazos de ternura,
ladridos de alegría ...
Me duele la indiferencia,
la crueldad,
las miradas que se posan en mi y no me ven
o no quieren verme,
el abandono.
Alejo Márquez.
Hace aproximadamente un mes este bello ser encontró
un confortable y luminoso hogar.
Ya no anda callejeando en busca de alimento y de ternura.
El " rioba" ( barrio ) lo extraña pero es feliz con sus nuevos amos .
Ellos le dan todo lo que necesita y él comparte la enorme capacidad
de amor que el sufrimiento en las calles no le arrebató.
Macaco demuestra que , a pesar de los sinsabores y el dolor padecido,
los sentimientos sanos de los callejeritos abandonados a su suerte son inexorables.
Como la primavera.
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